La categoría generalmente se caracteriza por cuatro criterios: la técnica de fabricación, la función, la tipología incluso la datación, aunque las excepciones no son infrecuentes. Su denominación es convencional.

La técnica de fabricación se define principalmente por la técnica de montaje, de acabado (finura, engobe… etc.) y de cocción (modos A, B y C). El criterio funcional distingue fundamentalmente las cerámicas de consumo de alimentos, de preparación y servicio, de cocción, de almacenamiento y transporte, así como todos los elementos de terracota no alimentarios. La tipología se entiende en el sentido en que una categoría presenta una o varias tipologías. La datación permite distinguir categorías próximas por la técnica, la función y el repertorio.

Por ejemplo, formas abiertas de torno lento revestidas de engobe en su cara interna y cocidas en modo A se clasifican según la función y el tipo, en terra rubra (TR) o en cerámica de barniz rojo pompeyano (VRP).

La terra nigra (TN) y la cerámica fina regional oscura (FRB), teniendo una técnica y repertorio próximo, se distinguen por el periodo de producción y de utilización.

La cerámica rugosa clara (RUA), cerámica en fuego, torneada y cocida en modo A, puede ser ahumada (RUA3) o con engobe (RUA1)